La escultura es el emblema distintivo del ingreso al popular fraccionamiento de Guadalajara
Pocas esculturas llegan a sufrir cambios tan drásticos a lo largo de la historia como el “Anidar del Pájaro”, elemento que en la década de los cincuentas destellaba en color rojo bermellón y era conocido como el pájaro de fuego que daba la bienvenida a los habitantes y visitantes del fraccionamiento Jardines del Bosque, en el municipio de Guadalajara.
Actualmente se trata de una escultura de color amarillo de 12. 5 metros de altura que representa un ave geometrizada a punto de emprender el vuelo, sin embargo, además de los vecinos de este conjunto habitacional, pocas personas saben que es un ave mutilada.

Su cola formaba parte de una barda perimetral que delimitaba y dividía el terreno de las vías del tren y la colonia, tenía una longitud de 15 metros y guardaba una relación directa con el entorno en el que predominaban los árboles y jardines, finalmente la barda fue demolida y con ella parte de la escultura original.
El creador de este monumento fue el artista alemán Mathias Goeritz, que llegó a México en 1946 y para 1956 comenzó la planificación de “El Anidar del Pájaro”, también llamado en alguna época como Pájaro de Fuego.
Mathias fue buscado por el arquitecto Luis Barragán, este último, el responsable de la realización del fraccionamiento Jardines del Bosque, inversión llevada a cabo por el Banco Internacional Inmobiliario.
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