La obra que tardó una década, el Teatro Degollado

En el centro de la Perla Tapatía existen numerosos edificios que forman parte de un tesoro arquitectónico como pocos en México, uno de ellos es el Teatro Degollado, patrimonio cultural no solo de Guadalajara, sino de todo el continente al ser considerado uno de los mejores conservados en Latino América.

Su arquitectura es admirada y valorada por propios y extraños, por ello una infinidad de fotografías de Guadalajara que han dado la vuelta al mundo, tienen como postal el Teatro Degollado, inmueble ubicado sobre la calle del mismo nombre, entre las calles Hidalgo y Morelos.

El inicio de la construcción de este teatro comenzó en el año 1856 cuando José Santos Degollado gobernaba Jalisco, el proyecto corrió a cargo del arquitecto Jacobo Galvéz, pero no fue sino hasta 10 años más tarde el 13 de septiembre de 1866, cuando abrió sus puertas con una ópera de nivel mundial protagonizada por la internacionalmente afamada soprano mexicana Ángela Peralta; entonces Teodoro Marmolejo gobernaba en la entidad.

El estilo arquitectónico del “Degollado” – como comúnmente se le llama – pertenece al neoclásico y es tan bello en su exterior como en su interior, puesto que alberga múltiples obras plásticas esculturas que son consideradas verdaderas obras de arte.

Entre este conjunto de elementos artísticos se encuentra El Águila Colosal, un águila real de madera que sostiene una cadena con el pico y una bandera nacional con sus garras; su simbolismo atañe a la abolición de la esclavitud en México, pero además a esta escultura le acompaña una leyenda, “el día que el águila suelte la cadena, el teatro se derrumbará”.

El Teatro Degollado es sede de encuentros nacionales e internacionales, de grandes obras y grandes artistas que se han rendido y conquistado al público en su imponente sala con 867 butacas y que en su bóveda se encuentra plasmado el canto cuatro de la Divina Comedia de Dante Alighieri.

El Degollado respira arte, historia y cultura, pero lo más importante, se encuentra a la vista de todos, habitantes y visitantes de Guadalajara lo pueden contemplar y seguirle dando vida a este emblemático edificio