«MI TRANSPORTE» EN JALISCO ESTÁ TOTALMENTE ENFANGADO

Por: Redacción

El caso que hace unos días alertó a la sociedad tapatía, derivado de la inseguridad que se vive en Guadalajara y la cobertura que las redes sociales hicieron en torno a un supuesto «levantón» en una de las zonas exclusivas de Av. Patria en Ciudad Universitaria, prendió la alerta entre el gremio del transporte público urbano, ya que el individuo (aparentemente) plagiado era uno identificado dentro del nuevo modelo (ruta-empresa) cómo Alan Castellanos.

Integrante del grupo denominado (de los 10), pseudo transportistas que surgieron cómo aliados del gobierno emecistas para la imposición del proyecto Mi Transporte.

Un proyecto que inició mal, al mero estilo del gobernador del estado de Jalisco, quien inició su administración encargando una de las más importantes áreas de la Secretaria de Transporte, la dirección de transporte público, a personas de su total confianza, convirtiéndola de inmediato en una cloaca, manejada por delincuentes.

Para empezar nombro como  director de Transporte Público al Ing. Amilcar Arnoldo López Zepeda, quien anteriormente ocupo un cargo similar en el vecino estado de Guanajuato, en donde este personaje fue sentenciado por la comisión de delitos diversos, cohecho y daño al erario, según consta en la causal penal, de León Guanajuato bajo el expediente 117/2018 en el Juzgado Tercero de Partido en Materia Penal, quien para poder seguir en libertad tuvo que recurrir al juicio de amparo 1150/2017 del Juzgado cuarto de Distrito en Guanajuato.

Luego al estilo gángsteril, cuando López Zepeda, tomo funciones, instituyó que él y solamente él, tendría trato con un selecto grupo de pseudo transportistas avalados por el mismo, conocido como el grupo de los diez, integrado por un prestigiado notario público, y otros «transportistas», entre los que se encuentra el Sr Castellanos Alanís, de quien trascendió que el pasado domingo 28 de agosto, fuera plagiado a su salida de un restaurante frente a la UAG.

Este personaje del cual no se sabe su verdadera identidad, ya que aquí en Guadalajara se ostenta como un importante transportista de nombre Paul Alan Castellanos Alanís.

Sin embargo en redes sociales y google, así como páginas de noticias policíacas de Reynosa, Tamaulipas, aparece su foto con el nombre de Jesús Iván Castellanos Analis, quien en dichas noticias aparece como un secuestrador perteneciente al cartel del Golfo conocido en el mundo delincuencial como “El Boludo”, vinculado a un grupo llamado los «Metros».

Situaciones ocurridas meses antes entre trabajadores de una ruta cuyo destino de su derrotero se encuentra en Zapopan, alertaron ciertas irregularidades, ya que un mes antes, este personaje llegó huyendo de un comando de por lo menos 20 individuos quienes golpearon a quienes se encontraban allí, logrando burlar a sus perseguidores.

Por lo que respecta a Secretaria de Transporte, habría que recordar que López Zepeda integró a este grupo de los diez y lo ingreso al comité del fideicomiso de los transportistas, pues Castellanos Alanís goza de influencia en la Secretaria, al grado tal, que fungió de intermediario para que se llegara a buen término con la venta de las Rutas de El Salto, que recientemente fueran adquiridas por un importante pugilista de Juanacatlán.

Castellanos Alanís también se convirtió en pieza clave para la CTM, en donde fue abanderado y  propuesto para representar la sección especializada de transporte público en la Cámara de Comercio de Guadalajara.

Es de advertirse que los allegados a la actual administración alfarista, López Zepeda y Castellanos Alanís, tienen historiales muy similares, con antecedentes delictivos.

Detalles que parece desconocer el propio Gobernador, Enrique Alfaro, quien pretende por Ley, sistemáticamente, otorgarle a este grupo de los diez, millones de pesos cada año, según se considera en la comisión legislativa de Transporte, en donde supuestamente toda la bancada naranja se encuentra a favor de lo que lejos de convertirse en un beneficio para mejorar las condiciones del servicio del transporte urbano, parece ser más, un pago de plaza disfrazado.